viernes, 8 de marzo de 2013


RESUMEN
Cien años de soledad
Gabriel García Márquez
 
 

Durante un tiempo el trascurso del tiempo se hizo más prolongado los habitantes de Macondo comenzaron a realizar más actividades debido a la falta de sueño que presentaban, según Visitación en la Aldea que ellos habían habitado tiempo atrás tuvieron esta enfermedad del insomnio la cual termino con la tranquilidad de los habitantes y comenzaron a tener delirios a causa del cansancio que presentaban. Durante un tiempo las personas estuvieron sin dormir hasta que Arcadio Buendía reunió a los jefes de familia de Macondo para implementar nuevas reglas para que no olvidaran las cosas primero comenzaron por anotar su nombre en papelitos, después de cada cosas para que nunca olvidaran su nombre.
 
A los chivos les quitaron sus campañitas ara colocarlas en la entrada del pueblo para que los visitante de otras aldeas quien no se encontraran infectados por la peste las tocaran y no fuesen contagiados, esto permitía que las personas contagiadas no estuvieran por las principales calles de Macondo.
 
Después de un tiempo descubrieron un brebaje que pondría fin a la peste y regresaran a su vida cotidiana, debido a que tenían más tiempo para trabajar Úrsula comenzó a tener más dinero con la elaboración de sus galletas de animalitos y decidieron  crear una sala de estar más grande para sus visitas, ampliar las habitaciones y la cocina.
 
Después de un tiempo Aureliano conoció a una joven que vendía sus servicios (mulata), desde el primer momento que la conoció se percato que tenía  cierto interés por ella, echó una moneda en la alcancía, pero antes que él esa noche ya habían pasado sesenta y tres hombres y el aire de la habitación comenzaba a convertirse en lodo, cuando observo a la mulata estaba mojada en sudor y prefirió mirarla solamente por un tiempo se percato que la habían exprimido hasta el final, era algo desconocido para él y causaba gran desaliento y pesadez.
Al ver la reacción de Arcadio la mulata le comento que por 20 centavos más podría tardarse un tiempo más en salir, a pesar de la insistencia de la joven él se mantuvo indiferente y al transcurrir el tiempo se sentía solo. La joven dos años antes se había quedado dormida sin apagar la vela  la casa donde vivía quedo reducida en cenizas, desde entonces su abuela la lleva de pueblo en pueblo cobrando veinte centavos hasta que pague el valor de la casa.

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